¡No seas inocente!
El Gobierno esconde la verdad cuando habla de la reforma de las pensiones públicas
El Gobierno dice que es inevitable aumentar la edad legal de jubilación a los 67 años (aunque lo quiera hacer con flexibilidad)
No es cierto.España es uno de los países de Europa con una edad “real” de jubilación más alta (63 años y 10 meses) y cercana a la edad legal.
El Gobierno dice que el aumento de la esperanza de vida (habrá más pensionistas en el futuro) hace necesaria la reforma.
No es cierto.
Es verdad que habrá más pensionistas, pero también es verdad que habrá más cotizantes y con cotizaciones más altas. El problema no es demográfico, sino de voluntad política. Se pueden hacer cotizar los contratos que están en la economía sumergida, se puede evitar que las mujeres ganen un 30% menos que los hombres y, por tanto, coticen menos, se puede elevar el salario mínimo (uno de los más bajos de Europa), se puede hacer cotizar las becas (en su mayor parte son contratos laborales encubiertos) se pueden elevar las cotizaciones máximas (la base más alta son 3.198 euros/mes; a partir de ahí ya no se cotiza más).
El Gobierno dice que el gasto en pensiones es muy alto.
No es cierto.
En 2011 gastaremos en pensiones contributivas en torno al 10% del PIB. En 2040, el 14%. Hoy hay ya países como Italia que ya gastan ese 14 %. Francia gasta ya el 12%. Nuestras pensiones medias son de las más bajas de Europa y el número de pensionistas comparado con la población también es de los más reducidos. Incluso en períodos de crisis como el actual y con 4,5 millones de parados, la Seguridad Social tiene superávit y el Fondo de reserva está aumentando hasta alcanzar casi los 70.000 millones de euros.
El Gobierno dice que las medidas que se toman ahora son para consolidar el sistema y garantizar las pensiones del futuro.
No es cierto.La realidad es que las medidas que se toman tienen por objetivo reducir las pensiones y así lo expresa el Gobierno en el compromiso contenido en el Plan de Austeridad enviado a la Comisión Europea. El aumento de la edad de jubilación significa que todos cobraríamos dos años menos de pensión, con el consiguiente ahorro (que se estima en un 6%) y el aumento de los años de cómputo para determinar el importe de la pensión, de los actuales 15 años a 20 o 25, significa que todos cobraremos pensiones más bajas (entre un 5 y un 10% menos) porque los salarios más antiguos eran más bajos.
El Gobierno dice que defiende el sistema público de pensiones.
No es cierto.
Lo ha entregado a los mercados, que tienen nombre y apellidos. Son los bancos y las compañías de seguros. Se pretende un modelo asistencial, es decir unas pensiones públicas mínimas y el resto con complementos de los seguros privados.
Todo ello parece una mala inocentada de fin de año. Pero no lo es.
Sólo la lucha y la movilización puede impedir que toquen las pensiones imponiendo su reforma dentro de un mes.
Agitación nº9. ¡Ya en la calle!
6-D: Ante el agotamiento de su modelo de estado, ¡Construyamos República!
- La cuestión del Poder: hay que empoderar a la ciudadanía, y en particular a la juventud, a través de su acción directa sobre los asuntos públicos, creando espacios para su participación que garanticen la autonomía de la sociedad civil, frente al tutelaje respecto a la administración. Las y los jóvenes deben dejar de ser sujetos pasivos y receptores de lo que les imponen las instituciones, y pasar a ser sujetos activos y creadores de las políticas que deben gestionar sus representantes.
- La cuestión del Estado: el Estado es una herramienta que sufre en su seno contradicciones determinadas por la Lucha de Clases, y por ende, está determinado en cada momento histórico por la correlación de fuerzas entre las clases. En este sentido hay que desnaturalizar el estado burgués, abriendo brechas de contrapoder que canalicen los intereses de la ciudadanía, a través de su acción directa; hay que someter al Estado al control de la ciudadanía; y hay que hacer transparente la gestión pública.
- La contradicción entre ciudadanía y neoliberalismo: la ciudadanía, desde su ámbito local, tiene que tener herramientas y espacios en los que manifestar y hacer valer sus intereses, contradictorios con las políticas neoliberales globales. Esta contradicción se hace más patente aún entre la juventud, por lo que es necesario dotarlas de estas herramientas de participación e inclusión en la vida política y social para que deje de ser una generación excluida.
- La construcción de hegemonía, toma de conciencia desde la praxis. Politización y movilización van de la mano, así, estableciendo mecanismos permanentes de participación real sobre los conflictos reales, la ciudadanía tomará conciencia de sus intereses, antagónicos a los del capital. Por un lado, entenderá que la resolución de sus conflictos concretos no viene del aparato burocrático del Estado, y por otro, tomará conciencia de que su práctica transformadora defendiendo sus intereses, construye hegemonía.